Covadonga Tellaeche, la abstracción de los ocres

Pintora autodidacta, busca en sus cuadros transmitir tranquilidad, y asegura que pinta porque es lo que le hace feliz. Su carrera está comenzando, pero su energía arrolladora le augura un futuro productivo. Sus pinturas – abstractas y con predominio de tonos suaves, marrones, negros y ocres – estarán expuestas en Torreforum del 17 de enero al 17 de febrero.

Vecina de Las Matas, restauradora de formación y madre de tres hijos, Covandonga dice que desde niña le gustaba pintar, pero empezó a poner sobre el lienzo esta vocación durante su estancia en Australia, país en el que vivió y recorrió durante tres años y que le impactó por las tonalidades de los paisajes, del desierto... También ha vivido unos años en Brusela, donde se formó como restauradora y cultivó el gusto por trabajar con las manos. Sus cuadros empezaron teniendo éxito entre la familia y amigos, hasta que un día se cansó de regalarlos y, dossier en mano, se presentó en las Casas de Cultura de la zona para mostrar su obra. Tiene arrojo y suerte pero, además, sus cuadros gustan. En su primera exposición, celebrada en octubre en la Casa de Cultura de Alpedrete, vendió cuarenta de los cincuenta cuadros expuestos. También ha participado en una muestra colectiva de una galería madrileña. En Torrelodones asegura que se ha sentido muy bien tratada, sólo tiene buenas palabras para quienes le han brindado la oportunidad de exponer en Torreforum.
¿De dónde sacas la inspiración?
No copio ni de fotos ni de la realidad. Pinto sobre recuerdos, sobre sensaciones, sobre lo que me viene a la cabeza... principalmente basándome en paisajes y en la naturaleza.
¿Qué buscas en tus cuadros?
Busco transmitir relajación, evasión. Yo soy feliz pintando, me encanta bajarme al estudio y ponerme a pintar. Creo que los cuadros transmiten mucho mi personalidad: soy impulsiva, nerviosa, pero a la vez me gusta mucho la tranquilidad, sentarme en algún sitio y estar relajada.
¿Qué técnicas y colores utilizas?
Pinto sobre tabla, a veces también sobre lienzo pero principalmente sobre tabla con acrílicos. Trabajo en colores tenues, aunque a veces uso más negros, depende de mi estado de animo, pero sobre todo ocres y marrones. Me gusta usar mucha textura: introduzco materiales como piedra volcánica, mármoles, geles, arenas...
¿Te llama la atención el arte figurativo? ¿Te gustaría seguir una formación más académica?
De momento lo figurativo no me atrae, claro que la vida es larga y nunca se sabe... En cuanto a la formación académica, quizá me gustaría en el futuro, pero ahora el tiempo no me da para más. Tengo tres hijos pequeños y soy de las que los ha tenido para estar con ellos.
¿Cuánto tardas en un cuadro?
Depende mucho del cuadro. Las tablas requieren mucha preparación: hay que poner una imprimación, la textura, que se seque... Hay algunos cuadros que he estado preparando una semana y luego no me sale lo que quiero transmitir y lo dejo. Nunca doy por terminado un cuadro sin estar cien por cien satisfecha.

Imagino que tus cuadros tendrán unos precios asequibles...

Sí, son muy asequibles. Además, lo que más me gusta es que la gente que no me conoce de nada me compre cuadros, no por obligación o por compromiso... Hace poco una pareja se llevó dos cuadros de una exposición y poco después me llamaron para contarme lo bien que se sentían al contemplarlo en su salón. Eso es lo que más satisfacción me da.
¿Qué objetivos te has marcado para este año?
De momento en noviembre tengo una exposición en Hoyo de Manzanares, y me gustaría buscar otra para primavera o verano. En general lo que quiero es seguir adelante, no parar. Estoy muy ilusionada y con mucha vida, y lo que vaya saliendo, bienvenido sea. Soy de las que creo en el destino, pero no me quedo parada. El que no se mueve, no recibe.